Lo que dicen los clientes de JR Abogados
Muchos accidentes de tráfico se producen como consecuencia del consumo de alcohol y drogas mientras vamos al volante, y es por ello que las leyes cada vez se endurecen más hasta penar con delitos de prisión estas conductas
Controles de alcoholemia y drogas
La Policía y la Guardia Civil de manera aleatoria somete a muchos conductores a pruebas que tratan de detectar el consumos de alcohol y drogas en el organismo y dichos controles pueden ser:
O bien espirar aire en el denominado etilómetro, que debe estar homologado.
O bien una prueba mediante la captura de saliva a través de un bastoncillo que detecta las drogas consumidas (cannabis, anfetaminas, de diseño, opiáceos, cocaína, o benzodiacepinas). El dispositivo usado es DrugTEst 5000.Una prueba de verificación del aire espirado mediante los etilómetros homologados, para la detención de alcohol.
¿Qué causa un falso positivo?
Muy sencillo, el dispositivo no puede discriminar entre unas sustancias y otras, simplemente marca como positivo, lo que inmediatamente nos mete en un problema judicial penal castigado con penas de prisión en el peor de los casos y multas o prestaciones sociales con la retirada del carnet, en el mejor de los casos. Es decir, la eficacia de estos aparatos es dudosa al no saber interpretar los resultados de las pruebas que bien pueden haber sido erróneas al confundir bebidas, comidas o medicamentos. Esta confusión se llama falso positivo.
Falsos positivos con las drogas
La penicilina, el ibuprofeno, los analgésicos y otros tantos medicamentos como la ranitidina (que trata problemas gastrointestinales) provocan con frecuencia falsos positivos en los controles de la Policía, pues estos medicamentos interfieren en nuestro organismo confundiendo al aparato. Así lo dicen muchos informes médicos que ratifican que pruebas de orina o de saliva pueden dar lugar a falsos positivos.
Falsos positivos con el alcohol
El Ventolín, un enjuague bucal o medicinas para tratar a los asmáticos, también producen falsos positivos en un control de alcoholemia. Son medicamentos muy usados por gran parte de la población que ocasionan en no pocas ocasiones problemas con la justicia.
Obligaciones ante un control de alcoholemia
Si la Guardia Civil, la Policía Nacional o la Policía Local nos obliga a parar el vehículo para realizar algún control e drogas o alcohol, tenemos la obligación de detener el vehículo y soplar, así de simple, pues en caso contrario las consecuencias penales son aún peores que el parar y dar positivo.
No obstante hay excepciones, pues si por razones médicas no podemos hacer dicho control se nos ha de trasladar al hospital más cercano para que se nos haga la prueba con todas las garantías para nuestra salud.
Nuestros derechos en un control de alcoholemia
En primer lugar, las fuerzas y cuerpos de seguridad en un control de alcoholemia deben decirnos qué procedimiento van a seguir y qué derechos tengo.
Si no estamos conformes con el resultado de la primera prueba, podemos solicitar una segunda, que bien puede ser de orina, un análisis de sangre o bien soplar de nuevo siempre que hayan transcurrido 10 minutos mínimos entre la primera y la segunda prueba. Esta segunda prueba puede ser “gratuita” si da negativo, es decir, no hay alcohol o drogas, o bien tendremos que abonar los gastos del laboratorio.
Siempre debe reflejarse en las pruebas la siguiente información, en primer lugar qué porcentaje del alcohol o drogas ha dado, qué proceso se ha empleado para su detección, en qué hora precisa y el procedimiento usado para su conservación.
Del mismo modo, se pueden realizar alegaciones en el transcurso de las pruebas.
Es decir, es ahora el momento preciso para decir si hemos tomado Ventolín, o un ibuprofeno, o cualquier otro medicamente que pueda ser susceptible de dar un falso positivo. Con ello, conseguimos dos cosas, la primera que nos hagan una segunda prueba, la segunda que disponemos de argumentos para nuestra defensa en un posible juicio rápido.
Los seguros de coche y sus coberturas
Hay algunas coberturas de seguros de coche que no cubren los daños producidos por conductores ebrios o drogados, por lo que, si usted ha tomado alguna de las sustancias mencionadas debe pedir una segunda prueba en sangre para poder demostrar una realidad que no detecta un aparato tecnológico.