Cuando soplas por el etilómetro y superas los 0,60 mg/l en aire espirado cometes un delito, aunque técnicamente con los márgenes de error tendrías que dar 0,64.
Cuando superas los 0,40 pero no llegas a los 0,60 se considera que “puedes” estar conduciendo bajo los efectos del alcohol, pero eso lo tiene que demostrar el fiscal para que el juez te condene.
La forma más fácil que tiene es ver la sintomatología que los agentes han indicado en el atestado policial.
Si han puesto que tenías halitosis, ojos enrojecidos, habla pastosa, andar deambulante, decías incoherencias… será más fácil para el fisca acusarte y al juez condenarte.
Por tanto, con más de 0,60 se da por supuesto, y no hay que demostrarlo que estabas conduciendo bajo la influencia de bebidas alcoholicas, mientras que si das menos de 0,60 y mas de 0,40 se presupone y habrá que demostrarlo en el juicio penal.