¿Qué pasa cuando el conducir bajo los efectos del alcohol se hace como consecuencia de obedecer las órdenes de una agente de la autoridad? Es raro que ocurra, pero a veces puede pasar, y así sucedió según la sentencia de la Audiencia Provincial de Palencia nº 64/2007.
Un ciudadano se encuentra en un bar tomando unas copas, cuando observa como la grua municipal procede a llevarse un vehículo aparcado junto al suyo que se encontraba en doble fila. El ciudadano recibe directamente la orden del policia local para mover su coche, y, estando obligado a cumplir la orden llega a creer que pódia conducir sin incurrir en ningún tipo de delito.
Jurídicamente estamos hablando de un “error de prohibición indirecto”, es decir, el señor pensaba erróneamente que estaba obrando de una manera lícita, es decir, el señor saber perfectamente que esta prohibido conducir bajo los efectos del alcohol, pero se piensa que de manera excepcional se encuentra autorizado por el policía local y que al hacerlo no infringía norma alguna, (quizás creyera estar amparado por la eximente de cumplimiento de un deber del art 20.7 CP.) La sentencia, como consecuencia de ese error invencible le declara absuelto de responsabilidad criminal según el 14.3 CP.
De la misma forma la A.P Girona en ST de 13 mayo 2.004 absuelve a otro conductor por los mismos hechos, al ordenarle los agentes de autoridad mover su vehículo, pues estaban persiguiendo otro acto delictivo. La sentencia alega que “ el ciudadano no fue libre para determinar su conducta, pues su voluntad se vio quebrada por la orden de los agentes de policía.
