Si en un control de alcoholemia te paran y te niegas a soplar, solo empeorarán las cosas para ti.
Podrán imputarte un delito de negativa a someterte a las pruebas de alcoholemia.
Este delito duplica la pena de prisión que pasaría de 3 a 6 meses (su hubieras soplado) a prisión de 6 a 12 meses (por no soplar).
Por tanto, siempre es recomendable hacer la prueba de alcoholemia, aunque sepamos que vamos a dar positivo, pues, de golpe, no podemos ahorrar 6 meses de prisión.
Pero eso no es lo peor, si en el atestado policial, los agentes ponen que tienes síntomas de estar bajos los efectos del alcohol, te imputarán DOS DELITOS contra la seguridad vial.
El primero, por no soplar y el segundo por conducir ebrio, por lo que, en el peor de los casos puede retirar el carnet 8 años y la pena máxima de prisión puede llegar a los 18 meses.
Como sabes, en la prueba de alcoholemia hay que soplar dos veces, si solo soplas una, también te imputarán un delito de negativa a someterte a la prueba de alcoholemia.